






“Urgencias” suele ser la respuesta que doy cuando me hacen esa pregunta que a todos los estudiantes de medicina nos han hecho, nos hacen y nos harán hasta el final de la carrera, y no, no me estoy refiriendo a lo de ¿has visto ya muertos? Sino más bien a aquello de: “Bueno y ¿ya has pensado que especialidad quieres hacer?”
Quedándome todavía 3 años por delante (si no 4, eso ya lo veremos tras este Septiembre), la respuesta viene a ser más que nada por no soltar el rollo de … “todavía me queda mucho para pensarlo” o … “puedo cambiar de idea unas 1000 veces antes de que tenga que elegir”. Lo que no pensaba es que “en Urgencias” era la respuesta que iba a tener que dar este domingo cuando me preguntaran “¿Dónde estás?”.
Tras un fin de semana de relax en el Pirineo, con demasiadas cosas en la cabeza y a punto de hacer algo de lo que probablemente me iba a arrepentir (y es que ya se sabe cuando una está enfada y/o deprimida NO hay que tomar decisiones vitales a cerca de tu vida, o la de los demás, claro). Terminé en la sala de Urgencias del San Jorge (Huesca).
Un par de horas antes empecé con un dolor agudo de abdomen, pero digamos que los dolores de “tripa” y yo somos viejos conocidos, así que en principio no le dimos mayor importancia. Luego comenzaron a picarme los labios y la lengua y ahí ya me preocupe un poco más. Total que como insistí con el dolor abdominal mis padres decidieron que me tomara un ibuprofeno, se me pasó el dolor y decidimos poner rumbo a casa.
Como hasta Jaca seguía bien, decidimos seguir, el problema vino cuando a medio camino (más exactamente al principio del Monrepos que es un puerto de montaña con muchas curvas y sin ningún hospital) se me hincharon las manos, la cara… en fin que parecía el muñeco Michellin con puntitos rojos.
Mi padre conducía mientras yo, en prueba de que todavía podía respirar y no se me había inflamado la glotis, le recitaba el abecedario, y la tabla de multiplicar. De ahí obtuve 2 cosas:
1) A corto plazo no me iba a morir ahogada
2) Necesito un repaso urgente a la tabla del 9
Tras un par de llamadas a Urgencias (más que nada para que nos dijeran como llegar al Hospital de San Jorge, que una no vive ahí y no lo sabe) llegamos a Huesca y tras un Urbason y un par de polaramines en vena, aquí estoy viva y coleando (en fin coleando no, que la medicación te deja muy cansadica, pero al menos ya no parezco Michellin con varicela)
Ah! Por si os quedaban dudas fue una crisis anafiláctica, a qué, aún no lo sabemos, pero yo voto por el melocotón del postre, y eso que no era la primera vez, pero para mi que el asesino fue el melocotón, en el comedor, con la proteína Pru p 3 .
Voy a comenzar las cosas por donde deben de comenzar, es decir por el principio. Hoy es San Braulio el patrón de la universidad lo que implica dos cosas:
1) la facultad esta cerrada
2) la biblioteca también esta cerrada.
Puestos en situación del día prosigo, estaba en la parada del autobús para ir a clase de piano (llevo muchos años yendo, tantos como jugando a baloncesto, pero mejor que no pidáis que toque nada...) con la idea fija de que se me había olvidado algo, a ver Sinuhé piensa... Dinero… presente, móvil… presente, bonobús… presente, dni… presente, las llaves… oh oh las llaves, no llevo las llaves, no sé como será para vosotros pero para mi las llaves son algo sagrado, que cuando te dieron las tuyas propias te sentiste mayor y que no puedes ir sin ellas a ninguna parte. Me pongo nerviosa y no sé que hacer.
Termino por coger el autobus con la esperanza de que al volver a casa haya alguien más que mi tortuga, más que nada porque por mucho cariño que me tenga va a ser un poco difícil que ella me abra la puerta.
2 horas después:
No ha habido suerte.
La Opcion A mamá, esta a 72 km haciendo un recado.
La Opción B papá, volverá en 2 horas y trabaja en la otra punta de la ciudad.
La Opción C los yayos, a lo que voy y vuelvo papá ya habría llegado.
Enciendo el mp3 (suena Hope de Apocalyptica) empiezo a divagar sobre como la facultad se ha convertido en mi 2ª casa, heme ahí cuando recuerdo que hasta hace pocos años mi 2ª casa era otra: el instituto. Y éste no cierra hoy.
Allá que voy, sólo está a 10 minutos así que no debería perder mucho tiempo, llego, me dirijo a la biblioteca y un tío con cara de pocos amigos me dice que no se me ocurra entrar que la va a cerrar. Será borde, me lo podía haber dicho de otro modo.
Rememorando viejos tiempos decido “explorar” un poco, os explico mi instituto es enooooorme, antes fue un colegio de huérfanos ( entiéndase: cada esquina tiene una leyenda) y tiene túneles subterráneos por si hay una guerra ( lo construyeron en 1943 ) así que siempre puedes descubrir un aula, escalera o pasillo que no sabes a donde lleva, subo al último piso y consigo entrar en el palco del teatro (no puedo creer que después de haber estado ahí 6 años, haya conseguido entrar al palco cuando ya no estudio allí ).
Voy probando puertas y al final tengo suerte, ja ja la biblioteca estará cerrada, pero alguien se ha olvidado de cerrar el aula de informática. Enciendo el ordenador y empiezo a mirar el Dubin online.
Al final demasiados ruidos de llaves me atemorizan con dejarme encerrada dentro ( no sería la primera vez que me encierran ahí, y es que la gente tiene la mala costumbre de cerrar sin mirar si ha quedado alguien), así que retorno hacia casa
Estoy FELIZ así en mayúsculas con sus 5 letras, la razón, pues ninguna en especial, estoy feliz y punto y lo digo porque con mi tendencia a pensar en los miles de problemas que hay en el mundo, en como arreglarlos, las injusticias y muchas otras teorías dignas de un libro de Kafka parece que siempre estoy triste (que yo más bien diría que estoy retraída, pero bueno), últimamente la gente me dice que sonrío más.
Puede que tengan razón, hace unos días que esos pequeños detalles que normalmente me enfadan no me importan y sin embargo otros pequeños detalles que ayer no me decían nada me hacen sonreír como una tonta, como acertar un diagnóstico, aunque sea casi por casualidad después de unos exámenes que no fueron tan bien como deberían de haber ido (pero bueno un empujoncito más grande en Junio y se acabó), entender una clase de Médica tras una semana sin pillar ni papa (el cambio de profesor puede haber ayudado en eso :P) y meter 16 puntos en un partido son cosas que llenan (no metía 16 desde que era alevín).
Todo ello no implica que no me preocupen las cosas sino que las veo desde otro punto, que Pequeña Lil mi compañera de clase se quiera cambiar de carrera no me cabrea, la entiendo (quien no ha maldecido alguna vez el momento en que dijo: la medicina es lo mio! ) sin embargo sé que aún nos quedan conciertos por ver ( Coldplay en Septiembre :) y Hoy no me puedo levantar en Mayo) y que aunque no llegue a ser la anatomopatóloga que todos sabemos podría ser, será genial en lo que decida hacer a partir de este Junio, aunque bueno para que negarlo aún me quedan esperanzas de que la llamada de la medicina le aparezca en mitad de la noche y le haga cambiar de opinión.
En fin, aquí os dejo la figurita que me salió en el roscón de San Valero que más apropiada no podía haber sido.
Aquí estamos, año nuevo, comidas familiares, cenas con los amigos y la sombra de los exámenes que planea cada vez más cerca de mi. Estos días es cuando más echo de menos algunas personas, y cuando más me doy cuenta de lo rápido que han cambiado las cosas.
Los últimos 3 años se han pasado más rápido de lo que podía imaginar y los 3 siguientes tiene pinta de pasarse igual de rápido. Aún recuerdo el primer día de clase, de cómo casi me equivoco de camino y me voy al instituto en vez de la universidad, de los nervios, de ir a comprar la bata, el fonen, el martillo… De cuando nos dejaron pinchar, de los cadáveres verdes, del olor a formol y de los miles de folios con letra de médico que he escrito. Cosas que ahora me parecen tan normales y que antes me hubieran hecho sorprenderme.
Ver fotos de cuando íbamos al instituto y otras de ahora, unos con bata y otros con uniforme del ejército, es una sensación extraña, porque sabes que no es una fiesta de disfraces sino a lo que nos vamos a dedicar cada uno. Supongo que eso forma parte de lo que llaman hacerse adulto, no?
En fin, rollos filosóficos a parte estas navidades están siendo bastante buenas, entre fármaco y fármaco he sacado tiempo para ir a ver un par de cosillas a las que tenía muchas ganas como la Exposición de Star Wars y el Circo del Sol. El gordito de rojo se portó bastante bien y me dejó un reproductor de dvd portátil así que los viajes a Madrid se hicieron más amenos, unas Matrioscas muy especiales y una claqueta fueron el resto :P
Ah!!! Por fin me saque el carnet de conducir (a la 3ª) y ya hemos comenzado las prácticas en el hospital y estoy en Medicina Interna, donde hacer la historia a una abuelita cuesta cerca de 1 hora porque claro tiene que contarte la vida de sus nietos, lo bonito que es su pueblo y a que se dedica su suegra y claro en menos rato no da tiempo :p la verdad es que me lo estoy pasando muy bien y la gente es muy maja, sobretodo los resis que te ven con cara de nomeheenteradodenada y te echan una manica.
Besikos y feliz año a todos